Pleno 17 de Marzo
Moción de Maite Espinosa Rivero sobre reutilización de libros
Desde el descubrimiento del papiro como soporte para la escritura en el Antiguo Egipto, pasando por el perfeccionamiento en la fabricación del papel en China y el muy posterior invento de la imprenta, el papel ha sido el principal recurso para el almacenamiento de información. En las últimas décadas la tecnología introdujo la promesa de reemplazar este producto físico, costoso y generador de residuos por el concepto de la «oficina sin papel», introducido en la década de los 70.
Desafortunadamente, esta predicción no ha alcanzado ni de lejos su enorme potencial. En estos momentos, en los que los flujos de información son cada vez más amplios y globales, la demanda de papel en nuestra sociedad no sólo ha disminuido, sino que se está incrementando. La producción de papel en Europa ha aumentado una media de un 2,5 por ciento por año y ha estado siempre en constante crecimiento.
A pesar de estar en la era de internet y de las comunicaciones electrónicas, los libros impresos siguen siendo uno de los principales productos fabricados con papel.
Es cierto que el papel es cien por cien reciclable, pero esto no significa que cuando se deja de usar un libro su destino sea el contenedor de papel. Depositar un libro en un contenedor puede ser bueno, si la alternativa es tirarlos al contenedor de basura orgánica o incinerarlos, ya que estos producen al descomponerse gas metano, gas que produce efecto invernadero veinte veces más que el dióxido de carbono.
De acuerdo con numerosos expertos, la lectura de libros físicos puede mejorar la memoria y la concentración, entre otras muchas ventajas y por si fuera poco todo lo dicho hasta ahora, existen estudios que han confirmado que las personas que leen libros físicos son más empáticas con las historias que leen, que las que los leen de manera digital.
Los libros, cada vez que son releídos, cobran vida otra vez. Son esos objetos que nos llevan a imaginarnos la vida de las personas a las que pertenecieron, ya que refuerzan los recuerdos evocados por aquellas.
Pese al romanticismo que tienen los libros en papel, es cierto que la cantidad de los mismos que son depositados en contenedores de papel se está incrementando cada día, ya sea por ganar espacio habitacional en las viviendas o por el incremento en la utilización de los soportes electrónicos.
Por todo lo expuesto y porque consideramos que la reutilización de los libros es siempre una opción preferible a su destrucción o reciclado, el Grupo Municipal Socialista eleva al Pleno Municipal el siguiente acuerdo para su aprobación:
PRIMERO.- El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia promoverá la reutilización de los libros que son depositados en contenedores y llevados a los puntos de reciclaje del municipio, poniendo estos libros a disposición de ONG’S, bibliotecas escolares, asociaciones culturales o incluso promocionar el bookcrossing.”
SEGUNDO.- El Ayuntamiento de Murcia llevará a cabo una campaña con el fin de que particulares, asociaciones, entidades, etc. depositen en bibliotecas, salas de estudio, colegios y edificios municipales, aquellos libros de los que se quieran desprender, con el objetivo de ser reutilizados.”
Se aprobó por unanimidad.